TRABAJOS CIENTIFICOS
Plantas medicinales, aromáticas y tintóreas.

Tamién en el transporte las Buenas Prácticas deben estar presentes para no contaminar nuestra producción.

EXOTICAS
AUTOCTONAS
POSCOSECHA
 ORGANICO 
B.P.A. y B.P.M.
  DOÑA DOLORES  
  PRINCIPAL  
  HERBOCIENCIA  

COMUNICACIONES
BIBLIOTECA
PUBLICACIONES
LEGISLACION


SOBRE LA DOMESTICACIÓN DE PLANTAS MEDICINALES QUE CRECEN SILVESTRES EN CUBA
LÉRIDA ACOSTA DE LA LUZ * y CARLOS RODRÍGUEZ FERRADÁ **
* Dra. en Ciencias Agrícolas, Investigadora Titular, Universidad de La Habana, CUBA.
** Director de la Estación Experimental de Plantas Medicinales "Dr. J. T. Roig", CUBA.
e-mail: aalfonso@infomed.sld.cu

En el proceso de valoración de la biodiversidad se ha enfatizado en el desarrollo de técnicas de aprovechamiento para especies cuyo producto de interés socioeconómico es el terapéutico; las plantas medicinales que crecen silvestre han estado representadas y especies de amplio uso medicinal tales como Bidens alba (L.) DC. Var. radiata (Sch. Bip) Ballard (romerillo), Chenopodium ambrosioides L. (apasote), Indigosfera suffruticosa Mill. (añil cimarrón), Solanum americanum L. (hierba mora) han sido objeto de estudio.

En general la colecta silvestre de plantas medicinales presenta una serie de particularidades diferentes a las de un cultivo, asimismo la modalidad de cosecha también es distinta ya que no es homogénea, pues las plantas presentan variado estado de desarrollo y como la población es dispersa, es posible que un lote recolectado muestre adecuados aspectos de la calidad farmacéutica como por ejemplo elevado contenido de principios activos y bajo nivel de contaminantes, etc., pero estas características se pierden cuando los lotes se mezclan, resultando un producto comercial heterogéneo que hace que la cantidad y la calidad de los principios activos sea irregular y que la productividad de recolección sea baja.

El comercio de las plantas medicinales exige que una buena proporción del material vegetal provenga del cultivo; una alta demanda tiene como destino la industria farmacéutica y también, aunque en menor volumen, existe cierta solicitud de las industrias de condimentos y cosmetología, por lo que estas plantas tienen gran importancia debido al impacto social que tienen, sobre todo en la salud.

La Domesticación de las Plantas Medicinales, esto es, las investigaciones sobre las prácticas de cultivo y de cosecha que se deben establecer con ellas para conocer la respuesta genética de las plantas ante el proceso de cultivo, en este caso condicionada a mantener o promover la presencia de los metabolitos secundarios, los que al mismo tiempo pueden variar en función de múltiples factores.

Para realizar estos estudios hay que tener presente algunos aspectos básicos como son los caracteres morfológico, fenológicos y niveles de los principios activos en las especies a domesticar, sus requerimientos ecológicos para su establecimiento en condiciones ambientales favorables que no produzcan alteraciones en el crecimiento, fenología y fisiología que le permita completar su ciclo de vida y la obtención de un producto de calidad.

Es necesario mediante investigaciones definir los elementos técnicos propios de un adecuado proceso de domesticación, que van a determinar el éxito en el mismo y como cosa indispensable la habilidad y conocimiento del individuo para manejar las técnicas agrícolas e implementar los procesos metodológicos con las diferentes etapas.

Investigadores como Ocampo y Villalobos (1994) y también Vogel (1999) opinan que entre los elementos a considerar en la domesticación de las especies medicinales, están en primera instancia observar como es el comportamiento de la planta en cuestión en su hábitat natural y las condiciones ambientales, así como su fenología a lo largo de su ciclo vegetativo y las posibles variaciones morfológicas debido a su adaptación y en segundo lugar realizar ensayos de propagación y estudios sobre el manejo del cultivo como son la determinación de la época de siembra adecuada, distancia o densidad apropiadas y el momento óptimo de cosecha que permita obtener alta calidad y rentabilidad (1,2).

En nuestro caso las especies estudiadas demostraron bajo las condiciones de cultivo de la Estación Experimental de Plantas Medicinales "Dr. J. T. Roig", la factibilidad de ser domesticadas para su desarrollo comercial. Las características agroclimáticas fundametales de las áreas son: tipo de suelo, Ferralsols, de pH neutro, con contenido de materia orgánica de bajo a mediano y el de fósforo bajo. La altura sobre el nivel del mar 30 m, temperatura máxima promedio (julio y agosto) 27,6° C y mínimas en febrero 20,9° C; el rango de variación de las precipitaciones está entre 8 mm para la segunda década de diciembre y 89 mm para la primera de junio, con un período lluvioso enmarcado entre la segunda década de mayo y la segunda de octubre y dentro de ella, una época de máximas precipitaciones comprendido entre la segunda década de junio y la segunda de septiembre (3).

En lo que respecta a Bidens alba (romerillo), Asteraceae, es una hierba originaria de América, que crece silvestre en Cuba durante todo el año, aunque con mayor abundancia en los meses de primavera y verano. La decocción de su follaje, que contiene polifenoles, es apreciada en la medicina tradicional cubana para el tratamiento de úlceras estomacales y en la de otros países como hipoglicemiante. Farmacológicamente se ha demostrado en el país que los extractos acuosos tienen propiedad antiulcerosa (4).

Se reproduce por semillas que se siembran en semillero, siendo la mejor fecha el mes de mayo que permite el trasplante 30 días después a los surcos a distancia de 90 x 30 cm. La cosecha inicia 2 meses después y se logran cuatro cosechas más del follaje a intervalos de 2 meses. En todos los casos las plantas presentaron estado de botonación-floración.


Con relación a Chenopodium ambrosioides (apasote), Chenopodiaceae, es una hierba anual, nativa de América tropical, que crece silvestre en áreas con alta luminosidad. De forma popular se han empleado sus hojas e inflorescencias, ricas en aceite esencial, con alto contenido de ascaridol como antiparasitario. Los estudios farmacológicos han validado esta actividad del ascaridol, pero su elevada genotoxicidad, pues la dosis terapéutica contra los parásitos es muy cercana a la dosis tóxica, hacen poco recomendable su empleo directo, sino en preparaciones de tinturas para uso homeopático (5).

La especie se reproduce con facilidad mediante semillas, que se siembran en semilleros y no se cubren, el que se realiza en octubre, para dos meses después en diciembre, trasplantarlas a canteros, en dos hileras por canteros y distanciamiento entre plantas de 30 cm. De esta manera es posible realizar el primer corte del follaje a los dos meses del trasplate y efectuar una segunda y tercera cosechas a intervalos de dos meses (3).


En cuanto a Indigosfera suffruticosa (añil cimarrón), Fabaceae, es un subarbusto autóctono de América tropical, distribuido por todo el país. En su follaje se han evidenciado la presencia de flavonoides en abundancia y también sustancias tánicas. La población lo utiliza como pediculicida, pero investigaciones farmacológicas han evidenciado su acción anticonvulsivante con ausencia de actividad genotóxica (6).


Los estudios de domesticación han demostrado que su reproducción es por semillas, las que presentan problemas de latencia, por lo que deben permanecer por cierto tiempo almacenadas después de recolectadas antes de ejecutar la siembra, que los semilleros se pueden realizar en cualquier época del año y después de alrededor de 50 días se puede hacer el trasplante a distancias de 90 cm entre surcos y 30 cm entre plantas; de esta forma a los 4 meses inicia la cosecha del follaje y 3 meses después se puede efectuar un segundo corte; es de significar que las plantas presentan en ambos casos estados de floración-fructificación (3).

Relativo a Solanum americanum (hierba mora), Solanaceae, es una hierba silvestre nativa de América, que aparece en Cuba con relativa abundancia en el mes de noviembre. El cocimiento de las hojas, en las que se ha encontrado glucoalcaloides, es administrado en el tratamiento de afecciones gastrointestinales; los estudios farmacológicos ha demostrado actividad espasmolítica (7).

Los ensayos de propagación demostraron que se reproduce por semillas que requieren de tratamiento con solución de ácido giberélico a 250 ppm durante 24 horas porque presenta problemas de dormancia.


Las mismas se siembran en semilleros, que no se cubren, durante el mes de noviembre y 2-3 meses después se trasplantan a distancias de 90 x 60 cm a la sombra o media sombra; de esta manera el primer corte del follaje se efectúa dos meses después y se realizan dos recolecciones más a intervalos mensuales. Se destaca que las plantas presentaron estado de floración-inicio de fructificación (3).

En el trabajo más que brindar resultados del estudio con estas plantas medicinales que crecen silvestre, pretendemos ofrecer una propuesta para su domesticación que garantice un abastecimiento sostenido con un contenido estable de los principios activos.

 Bibliografía

  1. Ocampo R. y R. Villalobos. - Experiencias Técnicas sobre Domesticación de Plantas Medicinales en Centroamérica. 1994; Documentos del CATIE, Turrialba, Costa Rica.

  2. Vogel H. - El Mejoramiento Genético de las Plantas Medicinales. Primer Simposio Internacional y Tercero Nacional de Platas Medicinales y Aromáticas. Palmira, 1999.

  3. Acosta L. y C. Rodríguez. - Manual de Agrotecnología para la Producción de Plantas Medicinales. 2003. Pendiente de Publicación.

  4. Alvárez A., Montero M. J., Pomar F. y Sánchez E. - Actividad antiulcerosa de un extracto etanólico de Bidens pilosa L. var. radiata (Sch. Bip.) Ballard en ratas. Rev. Cub. Plant. Medicinales 1998; 3(3):12-17.

  5. Guerra M., Torres D. y Martínez L. - Validación del uso tradicional de plantas medicinales cultivadas en Cuba.. Rev. Cub. Plant. Medicinales 2001; 6(2): 48-51.

  6. Pérez J. L. - Miranda R. y Rodríguez G. Actividad anticonvulsivante (antiepiléptica) del extracto fluido de Indigosfera suffruticosa (añil cimarrón). Rev. Cub. Plant. Medicinales 1996; 1(2):7-10.

  7. Cáceres A. - Plantas de uso medicinal en Guatemala. 1996; Guatemala: Ed. Uiversitaria.



   
Google