TRABAJOS CIENTIFICOS
Plantas medicinales, aromáticas y tintóreas.

El rescate de las cosas que se han hecho bien.

   
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Publicación SAIPA - Sociedad Argentina para la Investigación de Productos Aromáticos
JORNADAS SOBRE UN PROGRAMA DE ESTUDIO REGIONAL DE FLORA NATURAL Y CULTIVOS DE ESPECIES AROMÁTICAS Y MEDICINALES
Volumen VI - Neuquén 1981 - pág 92 a 96.


CULTIVO DE LÚPULO
Leopoldo LESKOVAR (*)

(*) Doctor Ciencias Agrícolas, Ex Director Técnico de la Chacra Experimental de Cervecería Quilmes, Alto Valle - Río Negro.

PANORAMA MUNDIAL

El año 1980 fue el año de las sorpresas. EE.UU. ha tenido una cosecha normal, mientras que los dos principales países productores de lúpulo, Alemania Federal y Checoslovaquia sufrieron considerables reducciones.Como consecuencia, aumentaron los precios más de lo esperado. Pero debido a los contratos realizados con anterioridad, sólo pocas cantidades de lúpulo se vendieron a precios superiores.

Según las estadísticas del Comité Internacional del Lúpulo, se ha registrado en el mundo un déficit superior a 5.000 toneladas. Para subsanar esta situación y teniendo en cuenta el creciente consumo de cerveza, en el Congreso Internacional, organizado por el mencionado Comité en la ciudad de Dresden, Alemania Oriental, se ha decidido aumentar la superficie hasta un máximo de 5.000 ha. También se ha recomendado no efectuar ventas con contratos anticipados o en el caso de hacerlos, no comprometerse más allá del año 1985, y teniendo bien en cuenta los índices inflacionarios y costos de producción.

SITUACIÓN EN LA ARGENTINA

En la actualidad la demanda del lúpulo es superior a la oferta. Las perspectivas cambiaron también en el país, donde se registró en los últimos años una considerable merma en el consumo de cerveza "per capita". La situación ha cambiado en el período 1980-1981. Las reservas de lúpulo almacenadas en distintas cervecerías se han consumido y los pedidos de la industria superaron las cantidades producidas en el Alto Valle y la región de El Bolsón, más aún, porque a los consumidores habituales se sumaron compradores brasileños que sólo podían llevar un pequeño saldo de la producción nacional, hecho importante, ya que el resultado de esta exportación fue positivo, que abre a los productores argentinos nuevas perspectivas.

Considerando el consumo normal de 3.000.000 de Hectolitros de cerveza, con una dosificación de 120 g p/Hl, la industria argentina necesita unas 360 toneladas de lúpulo seco o transformado en pellets. Su producción actual, es decir del último año, no supera 200 toneladas en una superficie de 230 ha. El bajo promedio de rendimientos unitarios se deben a la situación económico - financiera que aqueja a los productores que en parte paralizaron las labores en sus cultivos y otros por tener las plantaciones nuevas, por cambiar la variedad existente por nuevos cultivares de mayor rendimiento agrícola y cervecero.

CULTIVO EN AMERICA LATINA

En América Latina, Argentina es el país que reúne las condiciones ecológicas privilegiadas para este cultivo. Además del Alto Valle de Río Negro y Neuquén y el Valle de El Bolsón, hay otros valides precordilleranos que por sus microclimas podrán sumarse en el próximo futuro a esta explotación. El lúpulo se cultiva también en México y Colombia, pero después de muchos años no han pasado de la faz experimental. Asimismo se están realizando los ensayos en Chile, donde existen microclimas con buenas posibilidades. Las tentativas se hicieron también en Brasil, en Río Grande do Sul, pero sin resultados promisorios.

ESTADÍSTICA

En el año 1980 se cultivaron en el mundo 93.465 ha y la producción registrada fue de 123.803 toneladas de lúpulo seco, mientras el consumo de cerveza, según el Comité Internacional del Lúpulo, fue de 937.802.000 Hl.

SUPERFICIE Y PRODUCCIÓN DE LÚPULO EN EL MUNDO

-

1979

1980

1981
-
ha
x 50 kg
ha
x 50 kg
ha

Australia

915

39.000

1.071

35.000

1.175

Bélgica

756

31.381

776

27.355

850

Alemania Federal

17.306

621.000

17.954

537.708

19.170

Checoeslovaquia

10.400

236.265

11.100

200.722

11.827

Alemania Oriental

2.160

72.208

2.156

47.270

2.150

Inglaterra

5.709

206.259

5.178

194.989

5.793

España

1.852

51.716

1.852

43.006

2.003

Francia

768

31.182

757

28.063

753

Hungría

568

11.000

556

13.372

556

Yugoeslavia

3.106

88.046

3.155

97.017

3.222

Polonia

2.447

45.000

2.474

34.421

2.445

EE.UU.

12.890

498.308

15.003

683.120

17.481

Total miembros CIL

58.877

1.931.365

62.572

1.942.043

67.431



SUPERFICIE Y PRODUCCIÓN TOTAL EN EL MUNDO

-

1979

1980
-
ha
x 50 kg
ha
x 50 kg

Países miembros de CIL

58.877

1.931.365

62.572

1.942.043

Resto del mundo

20.856

505.983

30.893

534.025

Suma

79.733

2.437.348

93.465

2.476.068

Consumo de cerveza en el mundo en hectolitros

909.285.000

937.802.000

REFERENCIAS HISTÓRICAS

Con referencia al cultivo de lúpulo en Argentina, los primeros gajos fueron traídos al país después de la primera guerra mundial. Se trataba de material traído de Alemania, de las regiones de Spalt y Tettnang. Las experiencias se realizaban en establecimientos privados y esporádicamente también en los oficiales, hasta que la empresa cervecera más importante del país decidió implantarlo en forma industrial, en el año 1935, en Sierra de la Ventana y luego en el año 1945 en Comandante Nicanor Otamendi en las proximidades de Mar del Plata.

En ambos establecimientos los resultados fueron mediocres v antieconómicos. En el año 1948 la Dirección de Cultivos Especiales, división de Plantas Aromáticas y Medicinales, elaboró un proyecto de ensayos en distintas regiones del país. Los resultados de las primeras experiencias entusiasmaron la misma empresa cervecera que decidió seguir con la experimentación y en el año 1949 empezó con el fomento en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén.

En la década del 60 se llegó a una superficie de 300 hectáreas de cultivo, pero distintas alternativas han influido de modo que en la actualidad quedaran solamente 100 hectáreas cultivadas. En el año 1957 se suma a esta región el Valle de El Bolsón al sur de San Carlos de Bariloche, donde el lúpulo se afirmó a través de años, proporcionando a la región importante progreso socio-económico, pese a las alternativas de la depresión general sentida en los últimos años. La superficie plantada es de 130 hectáreas, totalizando así el cultivo en el país 230 hectáreas.

En el año 1970 la Cervecería y Maltería Quilmes S.A. instaló en el Alto Valle su propia chacra experimental de lúpulo, con parcelas anexas en El Bolsón.

Los objetivos eran los siguientes:

  1. Estudiar el comportamiento y adaptación de distintos cultivares procedentes de otros continentes y reproducir aquellos que mejor respondieran a nuestras condiciones ecológicas, y producieran lúpulos de calidad aceptada por la industria cervecera nacional y pudiera competir con lúpulos de procedencias tradicionales.

  2. Asesorar a los productores de lúpulo de ambas regiones, Alto Valle y El Bolsón, transmitiéndoles los resultados de las experiencias obtenidas en el país, como asimismo los adelantos tecnológicos de otros países productores en el mundo.

  3. Conseguir cultivares propios ecológicamente adaptados, que además de altos porcentajes de ácidos amargos mantuvieran un aroma agradable, la resistencia a las enfermedades y rendimientos que permitieran hacer frente a altos costos de producción.

Se han cumplido los primeros dos objetivos y para el tercero será necesario que la industria e instituciones oficiales tracen un programa conjunto, como es habitual en otros países, dando por ejemplo a la Universidad de Comahue la participación en la investigación correspondiente, interesando también al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.

Actualmente se han seleccionado tres cultivares para el Alto Valle y cuatro para El Bolsón. Son éstos: Clusters y Cascade procedentes de E.U.A. y Pride of Ring Wood de Australia; y para El Bolsón además de Cascade desarrollan normalmente: Brewers Gold y Bullion, originarios de Inglaterra y el clásico Spalt de procedencia Alemana; este último, el lúpulo aromático cuyo comportamiento sigue siendo satisfactorio en la zona cordillerana, no así en el Alto Valle donde a través de años sufrió una decadencia prácticamente irreversible.

PROPIEDADES

El lúpulo es una planta aromática que se cultiva con fines industriales. Se emplea en la elaboración de cerveza, bebida fermentada que se obtiene con el agua, cebada malteada y el lúpulo, con la intervención de levadura (Saccharamyoes cerevisiae). También es una planta medicinal. Desde antigüedad se han conocido sus propiedades curativas. Es conocida su acción somnífera y sedante; en la farmacopea europea moderna integra distintos medicamentos tranquilizantes, estomacales y biliares. De la lupulona, que es la fracción beta de ácidos amargos presentes en la lupulina, se han preparado antibióticos que impiden el desarrollo de gérmenes ácido-alcohol resistentes, entre los cuales se incluye el bacilo de la tuberculosis.

ORIGEN DEL LÚPULO

El lúpulo cultivado deriva del silvestre, que se encuentra en el Hemisferio Norte, en Europa, Asia y América del Norte. No se conoce en América Latina, pero los lúpulos que se encuentran desde más de 100 años en la precordillera de los Andes, en el Valle del Chubut y sur de Chile, originalmente traídos por galeses y alemanes, y que vegetan abandonados en los cercos de las viviendas, han vuelto a su estado silvestre y se comportan como tales, tanto por su forma morfológica como por su contenido en lupulina.

Es interesante constatar que estos lúpulos desarrollan en un ambiente natural y biológicamente equilibrado y son más resistentes a distintas enfermedades que los lúpulos cultivados que reciben todos los cuidados que la tecnología aconseja.

REFERENCIAS BOTÁNICAS Y QUÍMICAS

El lúpulo pertenece a la familia de las Cannabinaceas, que comprende dos géneros: Humulus y Cannabis. El género Humulus se divide en Humulus lupulus L. y Humulus japonicus Sieb. et Zuce. Al primero pertenecen los cultivares cultivados, mientras el segundo es una planta ornamental anual muy conocida en Japón, Corea del Sur y China. A diferencia del H. lupulus que normalmente se reproduce por gajo o rizoma, el H. japonicus se multiplica por semilla.

El lúpulo es una planta dioica, trepadora, por lo que necesita tutores y espalderas, perenne en su parte subterránea y anual en la parte aérea. Se cultivan preferentemente plantas femeninas, cuyas inflorescencias son amentos axilares que desarrollan en guías laterales y en la parte superior de las guías principales. Son formadas de espigas dispuestas en forma alternada sobre un raquis, cuyas bracteas y bracteolas se alargan en forma de escamas, dándoles la forma de cono. Las bracteas y bracteolas encierran glándulas que producen la lupulina, polvo amarillo aromático y resinoso, compuesto por ácidos amargos y aceites esenciales, que son principios activos en la elaboración de la cerveza.

Los ácidos amargos, presentes en un 12 % a 24 %, confieren a la cerveza el sabor amargo y le dan una mayor estabilidad; mientras los aceites esenciales (0,2 % - 0,8 %) que caracterizan el lúpulo por su aroma, siguen siendo objeto de estudios principalmente con respecto a la conservación de sus esencias en el proceso de ebullición y sus efectos en aroma y el sabor de la cerveza. Otro componente importante son los taninos que contribuyen a la clarificación y estabilización de cerveza y actúan en la formación de la espuma.

En los primeros tiempos del cultivo en el Valle y El Bolsón el factor principal que distinguía un lúpulo era su aroma. Se determinaba simplemente por olfato lo que muchas veces llevaba a conclusiones erróneas debido a las apreciaciones subjetivas. Hoy el factor aroma tiene una documentación científica. Se sabe que se trata de una compleja combinación de aceites volátiles, monoterpenos y sesquiterpenos, de cuyo predominio depende la finura del aroma de un lúpulo. La determinación de sus componentes se realiza mediante el método de cromatografía.

En los últimos años, los cerveceros latinoamericanos han cambiado el criterio sobre la apreciación de la calidad del lúpulo. El índice de la calidad es el contenido en ácidos amargos, y de éstos principalmente el porcentaje de la fracción alfa, que se determina según el método conductométrico; y conforme a los resultados obtenidos se realizan transacciones comerciales.

Pero no hay que olvidar que siempre ha sido un factor quizás más importante la mayor o menor necesidad de lúpulo, o sea un mayor o menor consumo de cerveza. Cuando falta el lúpulo, es más importante la cantidad que la calidad, lo que en distintas épocas del cultivo en el país atentaba contra el progreso y la aplicación de la tecnología actualizada.

MANIPULEO DE LÚPULO

El cultivo de lúpulo es una explotación que requiere importantes inversiones iniciales: espalderas, secadero, máquina cosechadora, prensa y maquinaria para la preparación de distintos derivados. Felizmente se ha avanzado en la mecanización de labores culturales y terapéutica.

En la actualidad todo el lúpulo argentino se cosecha mecánicamente, con máquinas fijas de procedencia europea. Los secaderos son mayormente de tipo torre de dos o tres niveles, equipados con calderas a gas-oil o gas y ventiladores que aspiran el aire del ambiente y lo empujan a las cámaras con una presión adecuada. La duración del proceso de secado depende de la temperatura en la cámara y en el exterior, de la velocidad del aire forzado, del tipo de secadero, la cantidad de conos de lúpulo sobre los pisos de distintos niveles. El lúpulo se comprime en prensas mecánicas o hidráulicas o se introduce directamente en molinos para elaborar el lúpulo granulado o pellets. Existen plantas industriales donde todo el proceso se desarrolla en maquinaria dispuesta en cadena, desde la cosecha en sí, hasta el producto final prensado o ya elaborado en pellets.

El lúpulo se comercializa prensado o en pellets. Existen dos plantas peletizadoras, ambas en el Alto Valle, una en Cipolletti, de la Cooperativa Agrícola y Lupulera de Río Negro y Neuquén y la otra en la localidad de Cinco Saltos, propiedad de un productor independiente. También los productores de El Bolsón están por adquirir una máquina peletizadora. Con ésto,todo el lúpulo nacional se comercializará en forma peletizada, lo que asegura una mayor conservación de sus componentes, fácilmente oxidables.

CONSIDERACIONES FINALES

El lúpulo constituye la materia prima insustituible para elaborar la cerveza. Las cantidades que se agregan al mosto oscilan entre 120 y 300 gramos por hectolitro. La dosificación está en relación con el contenido en ácidos amargos, principalmente de la fracción alfa. Con las modernas técnicas de isomerizaciones o preparación de lúpulos enriquecidos, se emplean menores cantidades por hectolitro.

Si bien el empleo de lúpulo es limitado casi exclusivamente a la industria cervecera, se estudia un mayor aprovechamiento, particularmente en farmacopea y cosmética. Además se está imponiendo el aprovechamiento de la masa vegetativa de la planta, para la alimentación de vacunos, en forma directa en el momento de la cosecha mecánica o para la preparación de alimentos balanceados.

Las perspectivas de cultivo de lúpulo en el país son halagadoras. La producción actual cubre apenas un 56 % de las necesidades nacionales. El saldo restante que necesitan las cervecerías, se importa en forma de pellets o extractos. Nos preguntamos: ¿Por qué no abastecernos con nuestro lúpulo? Según la tradicional tecnología cervecera se hacían cortes con lúpulos importados. Quizás esto se justificaba cuando teníamos una sola variedad comercial de poco rendimiento en ácidos amargos o cuando predominaba el criterio aromático. Pero en la actualidad se dispone de variedades o cultivares adaptados en nuestro medio ecológico que producen lúpulos aromáticos y que contienen porcentajes normales y altos de sustancias amargas, que en la elaboración de la cerveza no necesitan complementos de lúpulos de otras procedencias. Lo confirman también los cerveceros de los países vecinos que ya desde hace dos años buscan lúpulo argentino.

Son tres las provincias que producen el lúpulo argentino: Río Negro, Neuquén y Chubut. Su potencial es mucho mayor de lo que se ha realizado hasta el presente. Para que este cultivo se afirme definitivamente, se necesita el apoyo oficial tanto en aspecto económico-financiero para el productor, como en la realización del programa tecnológico que abarca la investigación, el manipuleo, la elaboración de distintos preparados y finalmente la comercialización de esta importante materia prima; no sin razón llamada el "ORO VERDE".




   
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